Noruega

Noruega en invierno

Arrancamos el blog de viajes con una entrada que esperamos que os inspire y os haga soñar. Hace unos años viajé en verano a Noruega con la cabeza llena de imágenes idílicas del país nórdico, entre ellas, como no, las auroras boreales. Desde luego, me quedó pendiente un segundo viaje a Noruega en invierno para contemplarlas en todo su esplendor, pero me quedó claro que los maravillosos paisajes de este país merecen la pena en cualquier época del año.

Los fiordos y las auroras boreales son quizá lo más conocido de este magnífico país, así que vamos a empezar por ellos. Pero existen mil razones más para ir y en este post intentaré contarte las que más me impactaron en el viaje.

Los fiordos

Una maravilla de la naturaleza que nos habla de las eras pasadas de la Tierra

A lo largo de las diferentes épocas glaciares, la zona norte del continente europeo se congeló y se formaron lenguas glaciares en su entorno. El peso de estas lenguas acabó por erosionar las rocas que se encontraban debajo, formando valles con forma de “U”. Con el paso del tiempo y la desaparición del hielo, el espacio de las lenguas glaciares acabó siendo ocupado por el mar. El resultado: unos estrechos valles flanqueados por impresionantes montañas que en el noruego antiguo se llamaron “jorðr”, palabra de la que proviene “fjord”, fiordo en castellano.

Por supuesto, no fueron los únicos en formarse. Podemos encontrar formaciones similares en diferentes zonas cercanas a los polos, como Chile, Alaska o Groenlandia. Pero los nuestros, los europeos, alcanzan una belleza incomparable (y nos pillan más a mano, que también es impotante).

Uno de los fiordos más famoso es el de Song, situado en la provincia de Vestland (zona oeste de Noruega). Desemboca a unos 75 km al norte de Bergen y se extiende unos 200 km hacia el  interior de la península escandinava.

Para visitar los fiordos noruegos, una de las alternativas más populares es hacer un crucero. Es una buena opción, aunque también es posible coger un barco desde alguna de las principales ciudades de este del país y hacer un recorrido de algunas horas para visitar los fiordos más cercanos a la misma. Yo lo hice desde la ciudad de Bergen y os puedo decir que es una idea estupenda para contemplar estos maravillosos paisajes en unas horas. Además, si prefieres pernoctar en tierra y viajar por el interior del país, es la mejor alternativa.

En contra de lo que muchos pueden pensar, es posible y muy recomendable visitar los fiordos noruegos en invierno. El paisaje será un espectáculo de montañas nevadas que y casas que parecen postales navideñas. Eso sí, prepara toda tu ropa térmica porque la vas a necesitar.

Las auroras boreales

Como os decía al comienzo del post, uno de los reclamos turísticos del país es este espectáculo celeste. Por si no estás muy al tanto, te cuento que las auroras boreales se forman por el choque de partículas solares con el campo magnético terrestre. Estas partículas resultan atraídas por la actividad magnética de los polos y acaban arrastradas a la atmósfera. Cuando se encuentran con otras partículas de oxígeno y nitrógeno producen destellos de luz. El resultado es un baile lumínico (generalmente verde) que se deja contemplar en el cielo nocturno. El color se funde con el paisaje y lo ilumina. La sensación que genera (para los que tienen la suerte de haberlas visto) es la de estar en otro planeta.

Para asegurarte de que vas a ver una aurora boreal espectacular tendrás que subir al norte del país. La ciudad de Tromso es quizá el destino más frecuentado para esto (aunque con suerte podrás verla en cualquier otro punto). Y sí, el mejor momento del año para ver este prodigio es en invierno.

Oslo

Una de las opciones más frecuentes cuando se quiere viajar a Noruega y recorrer, al menos, una parte del país es viajar en avión hasta Oslo y ahí coger un tren hasta Bergen. Yo opté por este plan y, aunque el viaje en tren es largo (unas 6 o 7 horas), os aseguro que el paisaje merece completamente la pena. 

Muchos viajeros pasan por la capital como lugar de paso, ya que suele ser destino frecuente de vuelos. Si tienes un poco de tiempo, puedes aprovechar para conocer algunos lugares muy interesantes que ofrece esta ciudad, como la fortaleza de Arkeshus, del siglo XIII, el palacio Real  o el museo de barcos vikingos. Una manera de visitar la ciudad en conjunto si dispones de poco tiempo, es dar un paso en barco y conocer los edificios más emblemáticos desde una ruta guiada.

Bergen

El barrio de Bryggen está situado en la parte noroeste de la ciudad de Bergen es unos de los más reconocibles. Es un barrio muy antiguo, puerto histórico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus casas de colores (levantadas en la Edad Media y reconstruidas múltiples veces) destacan a la vista de cualquier turista. Estas casas están llenas, además, de comercios con productos típicos del país, sobre todo relacionados con la navidad y Papá Noel. Imagino que, si en verano la ciudad te transporta a la navidad, ir en invierno debe ser como estar viviendo en una postal navideña. Este barrio está situado a las orillas de un fiordo, por lo que es aún más bello e interesante. 

Otra de las atracciones de la ciudad es subir al monte Floyen (a pie o en funicular) y contemplar las impresionantes vistas desde arriba. Y, como no, visitar el mercado del pescado y comerte un buen trozo de salmón mientras paseas.

Dovrefjell

Algo que atrae a muchas personas a Noruega es la cantidad de posibilidades que ofrece para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, como el senderismo, el alpinismo, la bici o el esquí. Todo el territorio noruego (y digo todo) es recomendable para pasear rodeado de paisajes impresionantes aunque quizá el destino más destacado para estas actividades sea el este de Noruega, donde puedes encontrar los parques nacionales de DovrefjellJotunheimen y Rondane.

Desde luego, me dejo muchísimas cosas de la visita a Noruega en este post. La alegría y cordialidad de sus gentes, la cantidad de museos de arte que tiene, la facilidad de viajar a todas partes en tren. Y también me dejo lugares maravillosos, como las ciudades del sur o las islas del archipiélago de Svalbard o Lofoten…

Si viajas a Noruega y te apetece, nos puedes escribir tus lugares favoritos y qué cosas te llamaron más la atención en los comentarios. Ah, ¡y no te olvides del paraguas!

Imágenes: Unsplash.com

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